Esa impresión me dio al leer "Suena Desafinado: tomando el pulso a la música chilena", que la Periodista y profesora de la Universidad de Las Américas, publicó en su blog.
El libro habla de la participación de los chilenos en el mundo de la múscia, haciendo un recorrido desde los años ´60 hasta nuestro 2010. El enfásis de este "libro denuncia" es la poca claridad que tienen los grandes sellos con los músicos nacionales, tomando en cuenta lo mal que les pagan por la venta de sus discos, el atropello que sufren por parte de quienes lo "apadrinan" y del escaso apoyo de los chilenos. A medida que se van dando vueltas las hojas en cada lectura, se puede apreciar que la investigación se dio a fondo y de buenas fuentes, como del mismisímo "pollo" Fuentes, Oscar Andrade, Alvaro Scaramelli, Denisse Malebrán, entre otros y de representantes de sellos, como el gerente de Feria del Disco, del sello Alerce y Wargner, quienes apuntan al sistema de mercados del problema.
El tema de esta publicación me interezó desde el comienzo, por que me dí cuenta que la música nacional esta sufriendo hace años con la arremetida internacional, al leerlo, me parecio que somos unos malagradecidos con nuestros artistas, preferimos en muchas ocaciones lo anglo, lo europeo, lo marketero..en fin.
Me dio pena ver como la pasó nuestra querida Violeta Parra (en la pobreza que vivía), los pormenores que aquejaron a la vocalista de Saiko con una supuesta estafa de su propio manager (que también estan en el ojo del huracán por la investigadora)...entre varios. Otra cosa que me llamó la atención fue los relatos de los propios músicos, los cuales culpan directamente (con nombres y apellidos) a los posibles culpables, a los que manejan la industria musical, a los que se arreglar por debajo y a los managers "mulas" (ojo...y eso que no mencionan a Roberto Dueñas, que es el más "chanta" de todos...).
En conclusión....es un libro recomendado para su anális, ya que, gracias a la investigación de una destacada Periodista de Cultura, nos podemos dar cuenta como funcionan los grandes sellos, cuales son sus prioridades y lo aprovechadores que son con los artistas, especialemente con los nuestros, además, es un tirón de orejas a todos nosotros que de alguna manera dejamos de lado al talento patrio y nos desesperamos por grupos internacionales...
Lo malo del libro?....No haber sido publicado por una editorial (que una vez más, discriminan el trabajo de un chileno.